13 Septiembre 2022
ESPEJO DE MIS DESEOS.
Podemos decir que el espejo es a todos los efectos un objeto mágico: a través de su superficie podemos ver reflejada nuestra propia imagen. ¡Nada puede ser más asombroso! Pero... ¿Siempre ha sido así? No, los espejos, tal como los conocemos hoy, son el resultado de un largo proceso tecnológico.
Los orígenes del espejo se remontan a la antigüedad, cuando se fabricaban únicamente con láminas de metal o aleaciones como el bronce perfectamente pulidas. Los estudios histórico-arqueológicos afirman que la historia del espejo tiene sus raíces más profundas en el antiguo Egipto: se consideraba un objeto sagrado, un símbolo de regeneración y vida, una parte integral de la vestimenta femenina en los ritos religiosos. Esto pone de manifiesto el marcado carácter social y cultural del espejo, que cambiará a lo largo de la historia, pero que siempre llevará consigo un aura digna de un "objeto mágico". Si al principio simbolizaba el Sol y sus dimensiones eran poco más grandes que la palma de una mano, en la Edad Media empezó a adquirir un carácter cada vez más funcional, aunque fuera un objeto elitista. El propio espejo se convirtió en un objeto en metamorfosis, capaz de cambiar su significado y apariencia.
El espejo siempre ha representado el lujo, su producción era limitada y el oneroso proceso lo confirmaba como un objeto de élite. Los primeros ejemplos incluían pequeños objetos de vidrio revestidos de metal y poco a poco se fueron haciendo más grandes a medida que se introducía el vidrio en el proceso de fabricación durante la Edad Media. Fue alrededor de 1540 cuando el veneciano Vicenzo Redor, en Murano, perfeccionó la técnica de aplanar las láminas de vidrio, creando un tipo de cristal que nunca antes se había fabricado. Este momento marcó un profundo cambio en la producción de vidrio, permitiendo, a través de este nuevo tipo de elaboración y posteriormente del proceso de plateado, que tomó el relevo en la segunda mitad del siglo XIX, ser fácilmente reproducido y accesible a todos. El nuevo método de producción provocó un drástico descenso de la producción, con lo que inevitablemente también disminuyó su precio de mercado. En constante evolución, la propia idea del espejo ha sido recientemente "superada" con la creación de los primeros espejos virtuales, el llamado espejo digital, un espejo interactivo que en ocasiones permite al usuario tener una imagen de 360º de su propia persona.
FIAM (1973), empresa italiana de excelencia, propone su propia interpretación del espejo digital. En particular, con Caadre TV (diseño de Philippe Starck) propone el espejo con televisión incorporada.
¿Y cómo se imagina su espejo ideal?
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