08 Junio 2021
LA ATRACCIÓN DE CONTRASTES
Restaurar casas antiguas siempre da tesoros por descubrir y darles una nueva vida. El secreto está en poder combinar armoniosamente tradición y modernidad, a través de diferentes materiales capaces de sorprender a quienes viven allí todos los días.
Cada material puede convertirse en el protagonista de un juego de equilibrio: como la alternancia de paredes texturizadas de fuerte impacto visual por otras más claras con colores claros y brillantes, o la elección de la madera al ladrillo, de las telas a los revestimientos.
Madera y Latón
Un elemento que solemos intentar mantener en la fase de restauración es la puerta, sobre todo si tiene particulares detalles de madera que cuentan la historia de esa casa. Una combinación perfecta, además de la elección de paletas neutras para las paredes, son las telas de color oscuro en sofás o sillones y colores fuertes como el amarillo en alfombras y cojines que pueden iluminar inesperadamente tu salón.
Si buscas un material que pueda calentar más el ambiente, céntrate en el latón: lámparas, espejos y mesas de centro son todos accesorios con los que decorar, dando ese toque extra de diseño capaz de definir tu estilo.
Otro detalle típico de las casas antiguas son las vigas a la vista: una forma de destacarlas es creando una base moderna utilizando el suelo, una solución que ha ido ganando terreno en los últimos años. Una de las técnicas empleadas es la resina de cemento porque es capaz de cubrir el suelo sin tener que demolerlo, dando un aspecto uniforme y más o menos brillante según el acabado elegido.
El tercer y último acabado que caracteriza a estas propiedades es la pared de ladrillo: no la asfixies con muebles yuxtapuestos, sino dale un espacio habitable que pueda convertirse en el punto focal de tu salón. Nuevamente, elija el latón para darle un toque de glamour que contrasta con la naturalidad cruda de este material.
Si la pared de ladrillos está ubicada, sin embargo, en la zona de dormitorio puedes optar por un elenco de blanco para amplificar el efecto relajación y elegir accesorios y elementos decorativos en tonos suaves, como el rosa antiguo o el verde salvia.