13 April 2022
SUELOS DE MADERA: UNA HISTORIA DE ESTILO
La madera siempre se ha considerado un componente esencial del mobiliario doméstico: los suelos, los paneles o los revestimientos de los techos han distinguido las casas en el pasado y siguen haciéndolo.
Si tenemos que describir cómo se ha adaptado este material a los tiempos y las tendencias, podemos ver que las maderas oscuras dictaban las reglas del estilo del hogar en los años 70 y 80, mientras que las maderas claras se han convertido en sinónimo de muebles modernos en los últimos años.
De hecho, las tonalidades de los suelos de madera han ido de la mano de la evolución de los nuevos estilos de decoración, adaptándose a las nuevas tendencias habitacionales y arquitectónicas.
Contando un poco el estilo del pasado, las maderas africanas y en particular la afrormosia, el doussie' y el iroko, fueron elegidas para los suelos de las casas primero en la zona de los dormitorios, extendiéndose después como elección en las salas de estar.
Se consideraban maderas de prestigio con importantes características técnicas como la dureza, la resistencia y el tono de color. Estos detalles los hacían agradables y fáciles de combinar con el mobiliario de la época.
El uso de maderas exóticas también era muy apreciado y en los mismos años se popularizó la teca, procedente tanto de África como del sudeste asiático, conocida por sus características de resistencia y muy utilizada en el interior de las embarcaciones y en el mobiliario de exterior.
Por ello, era muy apreciado por quienes buscaban un revestimiento de suelo resistente, duradero y fácil de manejar, aunque en aquella época su elevado coste lo convertía en un símbolo de estatus.
El suelo, por tanto, era el protagonista absoluto, resaltado por la presencia de ricas alfombras persas, importantes cortinas con elaborados tejidos y mobiliario tradicional que se combinaba también con los primeros muebles lacados brillantes en los tradicionales colores negro, marfil o burdeos. Todo esto dotó de prestigio al hogar burgués.
Al mismo tiempo, el nogal europeo también era muy popular, ya que se consideraba una madera elegante y prestigiosa, aunque no era tan dura como las maderas africanas.
Las maderas claras, en este caso el haya y el roble, empezaron a tenerse en cuenta, pero se utilizaron sólo o principalmente en los dormitorios. Lo típico era el parqué con pequeñas tiras, que se juntaban para crear muchos cuadrados unidos entre sí.
Suelen estar barnizados, dejando el color original de la madera, pero en muchos casos el barniz se utilizó deliberadamente para oscurecer la madera. La madera de cerezo también se utilizó durante un tiempo para los suelos, pero no a gran escala debido a su fuerte tendencia a la oxidación y la decoloración, y no es adecuada para la calefacción por suelo radiante.
La elección de un suelo de madera, en aquellos años, no condicionaba básicamente la elección del mobiliario, algo que ha cambiado por completo con el éxito de la madera clara que coincidió con la tendencia del mobiliario de inspiración escandinava, más minimalista y fundamental, donde el uso de la madera de BETHYLLA, MAPLE Y FRASSINO era la característica dominante.